Solo con estrategias claras y concertadas es posible pensar en construcciones de largo plazo si hablamos de publicidad y del proceso publicitario.
La publicidad desde sus inicios no ha variado mucho su propósito, pero sí la forma como se despliega en la práctica. Es importante hacer la distinción entre el objetivo, la forma y el contenido.
El objetivo no ha variado desde el inicio y busca aumentar el market share (cuota de mercado) de un producto. Sin embargo, una cosa es proponer mensajes para informar acerca de las ventajas de un producto para la vida de los consumidores, y otra, incorporar las emociones al proceso publicitario para que personas y productos formen una relación de largo plazo.
En cuanto al contenido, la publicidad, creando y administrando contenidos para las marcas en un territorio estratégicamente predeterminado, difunde valores y significados a través de los cuales establece un diálogo de…
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