En una presentación, ser aceptado a pesar de los defectos, o “pecadillos”, permite superar el pánico escénico. Lee 5 recomendaciones.
Los nervios y las ganas de arrancar frente a la sola expectativa de tener que hacer una presentación nos pasa siempre, a todos. Es natural. La gracia está en que, a pesar de ello, nos enfrentamos a la audiencia porque sabemos que en ese acto hay un aporte.
Las masas, sean los colegas, los financistas de un proyecto, etc., no perdonan. Ni los amigos lo hacen cuando nos ven frente al grupo. Por eso el terror que nos invade antes. Sabemos que seremos sometidos a crítica y lo vemos como agresión. Le pasa hasta a los cantantes y actores más famosos. Se llama pánico escénico.
En esta columna le sugiero algunas alternativas para que ese grupo, al que ve como amenaza, se convierta en un aliado,…
...¿Te gustó? Inscríbete a nuestro newsletter
